7 dic 2008

Sin título

Tal vez era la mala suerte o el ancla que lo tenía atado nuevamente a la situación de la que hace días había escapado con urgencia.

Uniendo los pedazos de las noches anteriores, contemplaba la posiblidad de que los pasos estuvieran premeditadamente guíados a lo que sería un excitante rumbo en su vida.

"A veces dentro de los escombros de un desastre nacen las mejores oportunidades" se repetía. Esta vez dentro de los restos encontró un reloj y un compendio de tarjetas.

Juró que en el siguiente camino el trato le favorecería y que la presencia de escrúpulos no significaría más un problema
.

(Clase de lite, versión talleresca)

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